miércoles, 27 de noviembre de 2019
La Personalización del aprendizaje es la posibilidad que ofrecen los entornos digitales para mejorar la calidad de la enseñanza y atender a la diversidad de necesidades específicas del alumnado, mediante la elección de las opciones formativas que sean del genuino interés del estudiante (Calderón & Loja, 2018). Tiene fuerte vinculación con el concepto de ecosistemas de aprendizaje adaptativos.
Si la tecnología ayuda al ser humano a satisfacer sus necesidades, pues sería preciso pensar en ayudarlo en su etapa de aprendizaje, cambiando enseñanza tradicional por una que, mejorando las técnicas y métodos, logre mejor rendimiento (Rivera & Luna, 2019).
Un elemento en esta personalización es la determinación de los estilos de aprendizaje de los estudiantes. Existe una amplia diversidad de criterios sobre el concepto. Alonso y sus colaboradores lo entienden como características cognitivas, afectivas y fisiológicas, que sirven como indicadores relativamente estables sobre cómo los alumnos perciben, interaccionan y responden a sus ambientes de aprendizaje (Alonso, Pacheco, Vigoa, & León, 2017).
La personalización se hace efectiva cuando la enseñanza se ajusta a las necesidades de aprendizaje únicas de cada estudiante (Hernando Calvo, 2018). Es imperioso luchar contra un sistema educativo obsoleto y anacrónico que claramente orilla a los alumnos a la mediocridad. De alguna manera perciben, que la educación que están recibiendo, no les ayuda en desarrollar competencias laborales, profesionales y personales. No es un accidente que exista en los modelos exclusivamente presenciales, gran porcentaje de inasistencia a las clases.
En un país como el nuestro, con tantas carencias de infraestructura en la educación pública, se debe aprovechar cada recurso del que se disponga. En este sentido, la primera barrera de acceso a los dispositivos tecnológicos, se percibe como prácticamente superada. Ya no es extraño encontrar que la gran mayoría de nuestros estudiantes universitarios cuenta con algún artefacto tecnológico con capacidad de conectarse a internet. Al respecto, existe un interesante trabajo sobre el acceso y uso de TIC en el Paraguay, publicado por el Ministerio de Tecnologías de la Información y Comunicación (MITIC), que ilustra las no solo las necesidades, sino también la potencialidades.
La literatura científica al respecto es clara y contundente. Es necesario personalizar el aprendizaje de los estudiantes porque es uno de los pilares en que se asienta la educación del futuro. Las otras que también debemos de trabajar son: fomentar el talento, reconociendo los diversos estilos y ritmos de aprendizaje que enriquezcan el currículo, y el desarrollo de competencias suaves -habilidades blandas-, como la creatividad, asertividad, empatía, inteligencia emocional (de la Iglesia Villasol, 2019).
Referencias
Alonso, R., Pacheco, J., Vigoa, L., & León, Y. (2017). Experiencia en la adaptación de actividades a los estilos de aprendizaje desde la educación de posgrado a distancia. Revista Cubana de Educación Medica Superior, 31(2), 1-15.
Calderón, M., & Loja, H. (2018). Un cambio imprescindible: el rol del docente en el siglo XXI. Revista Illari(6), 35-40. Obtenido de http://repositorio.unae.edu.ec/bitstream/123456789/411/1/illari%20006%2037-42.pdf
de la Iglesia Villasol, M. C. (2019). Caja de herramientas 4.0 para el docente en la era de la evaluación por competencias. Revista Innovación Educativa, 19(80), 93-112.
Hernando Calvo, A. (2018). Escuelas del siglo XXI: comunidades de aprendizaje personalizado. Cuadernos de Pedagogía(488), 89-91.
Rivera, F., & Luna, S. (2019). Tecnologías emergentes aplicadas a la Educación. Revista Internacional de Tecnología, Conocimiento y Sociedad, 7(1), 15-23. doi:https://doi.org/10.18848/2474-588X/CGP/v07i01/15-23
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| Los estudiante necesitan procesos formativos en consonancia con sus genuinos intereses y motivaciones. La personalización del aprendizaje es una alternativa al respecto. En la fotografía, se ve a estudiantes del 4to. Curso, turno tarde 2019, de la Carrera Ciencias de la Comunicación de la Facultad de Filosofía UNA, Sede Central |
Si la tecnología ayuda al ser humano a satisfacer sus necesidades, pues sería preciso pensar en ayudarlo en su etapa de aprendizaje, cambiando enseñanza tradicional por una que, mejorando las técnicas y métodos, logre mejor rendimiento (Rivera & Luna, 2019).
Un elemento en esta personalización es la determinación de los estilos de aprendizaje de los estudiantes. Existe una amplia diversidad de criterios sobre el concepto. Alonso y sus colaboradores lo entienden como características cognitivas, afectivas y fisiológicas, que sirven como indicadores relativamente estables sobre cómo los alumnos perciben, interaccionan y responden a sus ambientes de aprendizaje (Alonso, Pacheco, Vigoa, & León, 2017).
La personalización se hace efectiva cuando la enseñanza se ajusta a las necesidades de aprendizaje únicas de cada estudiante (Hernando Calvo, 2018). Es imperioso luchar contra un sistema educativo obsoleto y anacrónico que claramente orilla a los alumnos a la mediocridad. De alguna manera perciben, que la educación que están recibiendo, no les ayuda en desarrollar competencias laborales, profesionales y personales. No es un accidente que exista en los modelos exclusivamente presenciales, gran porcentaje de inasistencia a las clases.
En un país como el nuestro, con tantas carencias de infraestructura en la educación pública, se debe aprovechar cada recurso del que se disponga. En este sentido, la primera barrera de acceso a los dispositivos tecnológicos, se percibe como prácticamente superada. Ya no es extraño encontrar que la gran mayoría de nuestros estudiantes universitarios cuenta con algún artefacto tecnológico con capacidad de conectarse a internet. Al respecto, existe un interesante trabajo sobre el acceso y uso de TIC en el Paraguay, publicado por el Ministerio de Tecnologías de la Información y Comunicación (MITIC), que ilustra las no solo las necesidades, sino también la potencialidades.
La literatura científica al respecto es clara y contundente. Es necesario personalizar el aprendizaje de los estudiantes porque es uno de los pilares en que se asienta la educación del futuro. Las otras que también debemos de trabajar son: fomentar el talento, reconociendo los diversos estilos y ritmos de aprendizaje que enriquezcan el currículo, y el desarrollo de competencias suaves -habilidades blandas-, como la creatividad, asertividad, empatía, inteligencia emocional (de la Iglesia Villasol, 2019).
Referencias
Alonso, R., Pacheco, J., Vigoa, L., & León, Y. (2017). Experiencia en la adaptación de actividades a los estilos de aprendizaje desde la educación de posgrado a distancia. Revista Cubana de Educación Medica Superior, 31(2), 1-15.
Calderón, M., & Loja, H. (2018). Un cambio imprescindible: el rol del docente en el siglo XXI. Revista Illari(6), 35-40. Obtenido de http://repositorio.unae.edu.ec/bitstream/123456789/411/1/illari%20006%2037-42.pdf
de la Iglesia Villasol, M. C. (2019). Caja de herramientas 4.0 para el docente en la era de la evaluación por competencias. Revista Innovación Educativa, 19(80), 93-112.
Hernando Calvo, A. (2018). Escuelas del siglo XXI: comunidades de aprendizaje personalizado. Cuadernos de Pedagogía(488), 89-91.
Rivera, F., & Luna, S. (2019). Tecnologías emergentes aplicadas a la Educación. Revista Internacional de Tecnología, Conocimiento y Sociedad, 7(1), 15-23. doi:https://doi.org/10.18848/2474-588X/CGP/v07i01/15-23
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